Dualidad

Debo decir de forma abierta y honesta que encuentro bastante gusto al conocer los pensamientos de otras chicas en mi condición. Sorprendentemente, pero con algo de alivio debo decir que soy la veterana del grupo, por así decirlo. Y no lo digo por esgrimir una postura de superioridad, todo lo contrario. Espero que nunca tengan que depender de esto tanto como yo. Probablemete si yo hubiese tenido la oportunidad de utilizar este medio para conversar y compartir mis pensamientos con ustedes, posiblemente hubiesen cambiado un par de cosas. Ya tengo 5 años escondiéndome, 5 años ocultando profundamente secretos, unos que me atormentan, otros que no tanto. A pesar de todo, he logrado sobrevivir. He visitado muchos, muchos blogs y páginas, unos que incentivan, otros que denostan. Hay extremos de extremos, y no pienso ni por un segundo criticar a nadie, pero tampoco dejaré de hacer observaciones. Cada quien, con sus ideas. Pluralidad. Yo tengo mis propios principios, unos se adecúan a las realidades de algunos, otros no tanto. No obstante, opino que sería justo comentar algo que me ha llamado profundamente la atención y que me gustaría compartir.
Si existe algo que creo que compartimos las Princesas es la cualidad de ser duales, y no me refiero con esto a la condición de bipolaridad que algunas poseemos. Me refiero a la constante dualidad que converge en nuestro interior: una es ese deseo de perfección, de fragilidad casi etérea, disciplina y hermetismo que buscamos; otra, que nos atormenta, debilita, nos insulta y veja constantemente. Amor-odio, las antinomias de la razón de Kant.... ¿Es amarse demasiado o detestarse inmesurablemente lo que nos lleva a vivir esta vida?
Como en algunas ocasiones he comentado, el equilibrio, la disciplina, son las que pueden llevar la respuesta a cuestas. Considero que las respuestas y el alcance que nos trazamos en el día a día requieren un poco de ambas. No se debe de ser maniqueísta... es una demostración de egolatría. Es posible que producto de la juventud o la inmadurez de algunas personas se caiga en un juego de "dimes y diretes" en los que las visiones en pro y contra se insultan unas a otras, cada quien con sus, por demás, orgullosísimas posturas que más allá de dar solución a un conflicto, son una enorme demostración de incontinencia verbal y desmesurado amor propio. Lo peor de todo es que no dan luces, mucho menos respuesta a chicas con necesidad de ellas, sino que siembran mayores temores e ideas veladas, verdades a medias. La realidad es que dudo mucho que alguna chica "Princesa" desee inducir a alguien que aún no sabe ni lavarse la ropa interior, a hacerse daño. Todos tenemos libre albedrío y como lo dije en mi primera entrada...si hay alguien a quien culpar...no es precisamente a nosotras.